Con la llegada de la nueva
ITV electrónica llegan muchas ventajas para los conductores: se
conseguirá reducir los tiempos para matricular el coche, se
eliminan posibles errores de datos y/o extravío de documentación,
se abaratan los gastos de gestión, etc.
Este proyecto de la Dirección
general de Tráfico (DGT) que
comenzó en 2009, contó con la ayuda de marcas de coches (como SEAT por ejemplo), ya está
en marcha y empezará funcionar en España desde finales
de 2014.
Desaparecerá así el papel
color verdoso que siempre teníamos que llevar el coche, tan necesario para
pasar la ITV: la “ficha técnica” del vehículo, que siempre se
entregaba con la compra de un coche nuevo.
El sistema de la nueva
tarjeta electrónica (que se llamará eITV) es muy sencillo: los
fabricantes envían on-line los datos técnicos de sus modelos
al Registro de Vehículos Prematriculados de la DGT. Allí se
validan y se le asigna a cada coche un“Número de Identificación de
Vehículo”, conocido como NIVE, formado por 32
dígitos y que pasa a ser el DNI de ese coche. Cuando
el comprador matricule su nuevo coche, recibirá esta tarjeta ITV electrónica en
papel, en la que constará el NIVE, junto a un código de barras.
La principal ventaja del
cambio, es que es un proceso más eficiente, que ahorra tiempo a
todas las partes. Y es que, comparado con el sistema antiguo en el que cada vez
que alguien se compraba un coche se tardaban unos cuatro días desde
que el fabricante facturaba un coche hasta la entrega al cliente, el nuevo
sistema permite al comprador matricular el coche nuevo en horas.
Ya hacia mayo del 2015, se prevé que la
actual Ficha Técnica o Tarjeta Técnica de Vehículos (ITV) desaparecerá
por completo y será sustituida por la “eITV”.